‘El mundo es suyo’, la secuela de la comedia ‘El mundo es nuestro’, continúa la historia de los sevillanos Rafi y Fali (Alfonso Sánchez, director de la cinta, y su compadre, el actor Alberto López). Durante las siguientes 24 horas desde su primer encuentro en el metraje, y con la cuenta atrás del reloj acechándoles, los dos pijos andaluces conseguirán salir de varios embrollos para meterse en nuevos enredos. En sus andanzas, los compadres hacen gala su particular y sinvergüenza visión de la vida, la del más extremo y desenfado caradura.

En esta nueva entrega ambos personajes se codearán con la clase alta sevillana y harán juicios de valor sobre la situación actual de la sociedad española. Los dos cómicos utilizan la sátira como hilo conductor de la cinta, cayendo en multitud de tópicos españoles y buscando la risa fácil de los espectadores. Un batiburrillo acelerado de situaciones inverosímiles sin una estructura concreta o planificada. 

A ratos, el espectador tiene la sensación de estar viendo un gag detrás de otro sin un hilo conductor claro. Sus protagonistas, caricaturizados en demasía, dan a veces la sensación de estar complaciendo al estereotipo al que interpretan. Como factor sorpresa, las incorporaciones de grandes secundarios como la actriz Mari Paz Sayago, que dota a la cinta de una comicidad puntual pero deseada por el público; y el breve pero intenso papel de El Selu, reconocido chirigotero del Carnaval de Cádiz. Entre sus aciertos, atreverse a retratar la situación de barrios marginales sevillanos como el de las 3.000 viviendas.

En ‘El mundo es suyo‘ nada ni nadie se salva de la crítica: señoritos andaluces, políticos corruptos, la Iglesia, la polémica entre taxistas y vehículos privados de alquiler, el feminismo… La película abarca mucho, pero no aprieta. Las risas fueron contadas en su primer pase ante la prensa en el Festival de Málaga. No les extrañe, sin embargo, que a su llegada a los cines, prevista para el 22 de junio, despierte más de una pasión. ‘Los compadres’ cuentan con el favor del público desde hace años. Y eso, pese a quien pese, es ya una garantía de éxito.