Decía Víctor Hugo que la música expresa aquello que no puede decirse con palabras pero no puede permanecer en silencio. Quizá por eso a Vanesa Martín le costaba expresar cómo se sentía al ver a miles de personas coreando sus canciones en el primer concierto de su gira ‘Munay’.
Puntual a su cita, la malagueña subía al escenario ante un público que le pedía guerra. Desde Extremadura, Murcia y Cáceres, un grupo de jóvenes se había hecho con la primera fila. Con la piel erizada, pedían silencio mientras se oía un manifiesto de bienvenida con el que la artista hacía bajar el telón. “Nunca me conoció, tal vez jamás lo hiciera”, entonaba Martín visiblemente emocionada. Comenzaban así más de tres horas de concierto en las que se desnudó en cuerpo y alma. “Hoy empieza por fin Munay. Me gusta venir a Málaga cuando ya lo tengo todo más rodado. Por eso esta noche es todavía más especial”, explicó.
Con un viaje a medio camino entre su último disco y los anteriores, los temas se enlazaban entre sí acompasados por momentos más sosegados y tramos más ágiles que evitaban que el espectáculo cayese en la monotonía. Con ‘La piel’, ‘No te pude retener’ o ‘Durmiendo sola’ llegó el punto más emotivo del concierto. Un momento en el que la artista gana en cercanía entonando a capella algunos de sus estribillos más conmovedores. Y es precisamente ahí, en la melancolía inherente que desprenden sus temas, cuando la malagueña demuestra ser una de las mejores compositoras del panorama actual. Metáforas que encierran lo cotidiano. Una forma única de hacer poesía de manera espontánea.
Tras haber agotado en cuestión de semanas todas las localidades, la artista anunciaba, para sorpresa de sus seguidores, una segunda fecha en su ciudad natal: «Tenía muchas ganas de volver». Será el próximo 22 de julio, en el único concierto de la temporada en la Plaza de Toros de La Malagueta.
“Y yo que declaré la guerra a quien nos separaba”.
Hacía la segunda mitad del concierto, Vanesa Martín realizaba un sutil cambio de vestuario y encaraba una parte más agitada en la que la artista se atrevía a bailar al ritmo de ‘Déjame a mí’, entre otras. Desenfadada y próxima, la malagueña se hacía con el público mientras disfrutaba relajada haciendo suyo el escenario. En el tramo final del show, la intérprete sorprendía de nuevo al público tocando a piano un tema inédito que se quedó fuera de ‘Munay’. Una historia minuciosa que habla sobre el amor no correspondido.
«Tiraba de mí con la fuerza de aquello que mueve montañas. Me equivoqué al querer, la inercia de mi piel. Llévame al río abajo, junto mis muñecas a la altura de mi cara. Con vergüenza y rabia declaré a este amor una emboscada. […] Sentir no entiende de dominios, quién tumba al perdedor desde su cumbre. Me equivoqué señores».
Con su éxito más reciente, ‘Complicidad’, el público aplaudió incansable mientras Martín despedía agradecida un despegue sin precedentes en toda su carrera bajo la atenta organización de Espectáculos Mundo, que cuidó al detalle que todo saliese como se esperaba. Por delante le esperan más de veinte fechas confirmadas por toda la geografía española. Desde #Comparte seguiremos de cerca la evolución de una de las voces con mayor presencia del país.