En la tercera jornada de las madrileñas fiestas de San Isidro, el grupo de heavy metal celebró un concierto gratuito, en una velada que contó además con la entrega de los Premios Rock Villa de Madrid la actuación de Dead Bronco. Si bien el cartel informaba del inicio del evento a las 21:00, las intervenciones de los finalistas a dichos premios (Educados, ¡Máhalo!, Mirémonos, The Prussians y Virenque) retrasaron la actuación de Obús hasta pasadas las 00:30. Paco Laguna y Fernando Montesinos, guitarra y bajo respectivamente, descendían de un escenario elevado desde el que Carlos Mirat estaba a los mandos de la batería. Ya en el escenario principal, Fructuoso Martínez, más conocido como Fortu, aparecía desde un habitáculo situado bajo el bombo para unirse al tema con el que abrieron el evento, Juego Sucio.
Obús, que se dio a conocer en los años 80 y forma parte de un grupo de bandas míticas junto a Barón Rojo, Leño, Barricada… ofreció un espectáculo digno de ver. Como ganadores de la cuarta edición de estos premios al rock, llevaron a cabo perfectamente el papel de anfitriones del evento. Los allí presentes pudieron disfrutar de algunos de sus temas más conocidos como Va A Estallar El Obús, Que Te Jodan, Te Visitará La Muerte, Pesadilla Nuclear, Corre Mamón o Dinero Dinero entre otros. En algunas ocasiones, Fortu se permitió decir algunas palabras sobre el agradecimiento que sienten a que el ayuntamiento de la capital haya abierto sus brazos al género, lo decepcionado que se sentía por el descenso de categoría del Rayo Vallecano, equipo del barrio donde nació el grupo, o sobre lo cómodos que se sintieron durante toda la noche. El momento más tierno de la jornada se dio cuando una pequeña de siete años subió al escenario y recibió la felicitación de cientos de espectadores, que le dedicaron Cumpleaños Feliz.
Para ir cerrando el concierto, cada integrante de la banda disfrutó de unos minutos de gloria, realizando solos con sus respectivos instrumentos seguidos del grito de su nombre por parte de Fortu. En el caso del vocal, realizó una acrobacia que fue vitoreada por el público, tanto por haberse animado a hacerla como por la complejidad que tiene llevarla a cabo con 62 años, la edad del madrileño. Cerca de las 02:30 de la madrugada, Obús cerró la penúltima fecha de conciertos de estas fiestas con el tema Vamos Muy Bien. Cuando el espíritu y las ganas se mantienen intactos, pueden pasar muchos años, pero aquello de que «la edad es solo un número» se confirmará una y otra vez en actuaciones como éstas.
Por Álvaro González