Vikings, la serie creada por Michael Hirst (Los Tudor) para el canal Historia (emite en españa en TNT) renovó en marzo para una 5a temporada que constará de 20 episodios y que comenzará a rodarse este verano.
La cuarta temporada de la serie, también de 20 episodios, termina su primera mitad este viernes 22 de abril en EEUU (una semana después en España), pero hasta finales de año no podremos disfrutar de la segunda mitad.
La creación de Hirst cuenta las venturas y desventuras de Ragnar Lothbrok (Travis Fimmel), un granjero del pueblo nórdico de Kattegat que por orden del conde Haraldson (Gabriel Byrne) viaja cada verano al mando de una flota vikinga a saquear pueblos cercanos, pero parece no tener suficiente.
En la primera temporada, Ragnar cuenta con el apoyo de más vikingos, entre ellos su hermano Rollo (Clive Standen) y el constructor de barcos Floki (Gustaf Skarsgard), para viajar al oeste con formas de navegación distintas en busca de nuevas riquezas que saquear.
De aquí en adelante, vemos la cantidad justa de violencia y sexo digna de una buena población vikinga combinada perfectamente con enfrentamientos de los personajes consigo mismos. En cuatro temporadas hemos presenciado la evolución moral de Rollo, Floki o Lagertha (Katherine Winnick), mujer de un Ragnar que ha cambiado hasta ser irreconocible, con una interpretación brillante de Fimmel. Hirst además nos ha dado celos, alianzas, traiciones, venganzas, luchas de poder, muertes y muchas, muchas batallas en Northumbria, Wessex o Frankia.
Vikings, de coproducción irlandesa y canadiense, tiene una increíble documentación histórica detrás para cuidar al detalle el guión, sin contar ciertas licencias que ayudan al desarrollo de la trama. Los personajes están basados en protagonistas de la historia de Europa, véase Rollón el Caminante o el Carlos III el Simple; y de las sagas nórdicas, como Ragnar o Lagertha, guerreros mitificados por sus logros en batallas, o Floki como la encarnación del dios Loki. Incluso los rituales paganos que celebran, los peinados, las armas y la organización en combate, la presencia de mujeres en la guerra, las formas de las casas o las fechas de algunos saqueos son fieles representaciones de la realidad de la antigua sociedad vikinga.
Parece ser que aún tenemos Vikings para largo, y que así siga.