Basada en la exitosa trilogía literaria ‘Southern Reach’ de Jeff VanderMeer, ‘Aniquilación’ se ha convertido en un auténtico fenómeno de la ciencia ficción gracias a Netflix. Dirigida por Alex Garland y protagonizada por Natalie Portman, Jennifer Jason Leigh, Tessa Thompson, Tuva Novotny y Oscar Isaac, narra la historia de una bióloga (Portman), que recibe el encargo de liderar a un grupo de cuatro mujeres científicas, formado por una psicóloga, topógrafa y antropóloga, en una peligrosa expedición al Área X, un lugar en el planeta que se ha transformado en algo desconocido y peligroso, donde tendrá que adentrarse en este entorno para obtener respuestas y tratar de salvar la vida de su marido.
La adaptación logró en 2017 llegar a poco más de una veintena de salas en Estados Unidos. Este hecho se constató debido a las diferencias que tuvo su director con Paramount Pictures, distribuidora que aún resiente el fracaso de su última apuesta por el estilo, ‘Geotormenta’, de Dean Devlin. Paramount se mostró reacio a apoyar una producción igualmente arriesgada, ya que a pesar de que en las presentaciones preliminares ha sido bien calificada a nivel técnico, interpretación y adaptación, la critica también la calificó de «muy complicada y demasiado intelectual».
Algo que no es de extrañarse, ya que la novela presenta un buen nivel de complejidad, comenzando por el punto de que se desconoce el nombre de la personaje principal y la historia es contada en primera persona, la cual incluye imprecisiones y mentiras.
Tras su estreno a nivel mundial en Netflix el pasado 12 de marzo, para muchos es ya una película de culto dentro del género. Lo cierto es que, pese a no contar con un arranque prometedor y dar algún que otro palo de ciego en cuanto a calidad audiovisual en momentos culmen de la historia, ‘Aniquilación’ consigue lo que busca. Hacer partícipe al espectador, sumergirlo en la historia y ofrecerle hasta cinco primas distintos de una misma realidad para que saque sus propias conclusiones.
Las teorías acerca de su enigmático final han dado lugar a un sinfín de especulaciones en las que cada espectador percibe la película de un modo distinto tras haber o no empatizado con su protagonista y la historia pasada que la rodea. En cuanto a la factura del proyecto, se echa en falta un mayor realismo a la hora de emular las distintas mutaciones a las que tienen que enfrentarse sus protagonistas.
La influencia de otras cintas recientes como ‘La llegada’ se hace evidente ya que ambas cuentan la misma historia: un evento cósmico no del todo aclarado, tal vez la caída de un meteorito, genera la creación de una zona de exclusión en la que las leyes que regulan nuestra naturaleza ya no son aplicables. Al comienzo de la acción, un grupo de exploradores emprende un viaje a través de este lugar misterioso, acaso incomprensible, a fin de desentrañar el secreto que se encuentra en su centro.
La compleja personalidad del personaje interpretado por Natalie Portman surte efecto como baza para mantener en todo momento la atención del espectador. Saber discernir cuándo está diciendo la verdad o y cuándo no con la mirada fija en la cámara es de lo más estimulante en sus más de dos horas de duración en las que se recurre con frecuencia al ‘flashback’. Por el momento, crítica y público coincidir en señalar el trabajo de Alex Garland como uno de los precursores en abrir la puerta de la plataforma a largometrajes de una mayor calidad sin tener que pasar antes por los cines de medio mundo.