Su nombre ha saltado barreras. Del porno a protagonizar anuncios, prologar libros, publicar en Jot Down y colarse en política con coloquios sobre feminismo. Es licenciada en Bellas Artes y le gusta leer y escribir. Dice que se ve obligada a demostrar que es lo bastante inteligente como para vivir por algo relacionado con su cabeza, aunque lo hace por algo relacionado con su cuerpo. Amarna Miller es directora y actriz porno. Ahora, prueba suerte en el cine convencional en ‘Contigo no, bicho’, una comedia arriesgada que se estrenará este verano.
¿Qué significa este primer papel en una película convencional?
Participar en ‘Contigo no, bicho’ significa para mí diversificar y apostar por nuevos retos. Me gusta mucho probar cosas nuevas, estar fuera de mi zona de confort. Probar el cine convencional ha sido una apuesta arriesgada y estoy muy contenta.
Tanteando ambos géneros, habra notado ciertas diferencias
Son géneros diferentes. Es algo así como preparar pan o un pastel. Las recetas son diferentes, aunque utilices harina en ambas. Esta me parece una buena analogía.
Una película que aborda abiertamente el sexo. Ha sido muy crítica con un fenómeno similar, el de ‘Cincuenta sombras de Grey’…
Critico el libro, no la película. De hecho, solo he visto la primera, muy a mi pesar, porque me encargaron hacer una crítica sobre la cinta. En relación con el libro, me parece que es una literatura paupérrima. Como género literario no tiene calidad pero sí admito que ha supuesto una revolución social muy interesante. A nivel sociológico, ha supuesto el abrir las expectativas sexuales de un espectro de la sociedad muy amplio que no habría llegado a ese tipo de ideas por su cuenta. En ese sentido lo agradezco pero, por otra parte, estoy en desacuerdo con la forma en la que refleja el BDSM (prácticas y fantasías eróticas). Lo convierten casi en una patología, en algo malo, negativo. Yo creo que el BSDM puede ser una práctica sana y constructiva.
El mérito que se le atribuye es el de haber superado ciertos límites, ¿por qué cree que cuesta tanto admitir que se consume el porno?
La sociedad tiene un estigma muy grande. Todo lo que tenga que ver con el sexo es tabú y el mejor ejemplo es esa situación en la que estás viendo una película con tus padres y aparece una escena subida de tono. Se percibe un aire incómodo, un silencio en el que nadie mueve un dedo y hasta se cambia de canal. En esa práctica, ya te transmiten que eso que ves es malo, es tabú, es algo que hay que ocultar. Si tomamos eso como la raíz del problema, toda representación que incluya algo relacionado con el sexo va a ser algo negativo, que tendamos a ocultar o que asumamos de forma poco constructiva.
Es un lastre que pesa más sobre las mujeres…
Absolutamente. Es algo cultural, a nivel histórico. El contexto en el que nos crían, en el que vivimos nuestra vida, es patriarcal. Es una estructura que mamamos desde pequeños a nivel consciente y subconsciente. Durante cientos de años, a las mujeres se nos ha enseñado que nuestra misión es formar una familia, procrear para poder cuidar del hogar y del marido. Desde hace muy pocos, unos 50, las mujeres hemos tenido cierta libertad. Es una libertad cogida con pinzas. La libertad de poder hacer lo que queramos con nuestro cuerpo, con nuestra sexualidad y con nuestra vida. Y todavía estamos tanteando el terreno. Este el principio.
Abandera una lucha feminista en un terreno tan machista como el porno…
Se da por hecho que el porno es más machista que otras industrias cuando en realidad en 99% de las industrias a las que las mujeres vamos a entrar son patriarcales: el cine convencional, la moda, las ingenierías…etc. Vamos a estar en un ambiente dirigido por hombres nos dediquemos a lo que nos dediquemos. El problema es que, en la pornografía, además de ser patriarcal, hay sexo. Se juntan dos estigmas, dos cosas que unidas queman mucho los calzoncillos de la población.
¿Ve más fisuras en la industria del cine porno o en el convencional?
Veo las mismas porque hablamos de un nivel estructural. Ya no solo el patriarcado, sino un montón de sistemas que se han construido alrededor de él, como el económico. Todos construidos con el hombre como la base del conocimiento, del poder. Romper esa estructura es más complicado de lo que pensamos. Cuando hablamos de feminismo, parece un concepto abstracto pero si pensamos cómo el feminismo puede ayudarnos a romper la estructura patriarcal entramos en un terreno muy espinoso. Habría que romper, o al menos meter un sesgo, a la estructura capitalista para que la mujer tuviese cabida en el contexto cultural y social. Es complicado cambiar la perspectiva desde la pornografía, pero tengo muy claro que el cambio tiene que llegar desde dentro, por eso estoy ahí. Lo hegemónico se cuestiona desde lo hegemónico, no existe un fuera del poder, el poder se cuestiona desde dentro del poder. La periferia está muy bien pero nadie te hace caso.
Debe ser difícil colocarse la etiqueta de feminista siendo actriz porno.
El problema es que la gente te exija justificarte y en mi industria, como hay un tabú muy presente sobre los servicios sexuales, tengo que hacerlo dos veces. Por una parte, tengo que demostrar que soy lo suficientemente inteligente como para vivir por algo relacionado con mi cabeza cuando estoy viviendo por algo relacionado con mi cuerpo y, después, dejar claro que puedo tener una ideología, unos principios que tienen que ver con el feminismo incluso perteneciendo a una industria tan machista como la pornografía. Entiendo que el porno está mayoritariamente realizado para el placer masculino, pero la forma de cambiarlo no es quejándome desde fuera ni aboliendo nada, sino haciéndolo desde dentro, alzando la voz y señalando los punto que no funcionan para poder empezar a cambiarlos.
¿Desde qué posición quiere promover esos cambios?
Yo me siento con un activismo político muy grande. Siento que tengo una responsabilidad, como personaje público, para hacer que mi discurso tenga un altavoz desde las redes social que de otra forma no sería posible. Utilizo a mis seguidores para lanzar propuestas constructivas.
¿Se siente representada en alguna de las opciones políticas de España?
Me sentía muy triste con el sistema político actual. Cuando vi que existía una tercera opción real a la que podemos apoyar, me sentí aún con más de lanzar un discurso propio para que, a través de otros canales, llegase a cuantas más personas mejor. En esa lucha estoy.