Participan en la gira ‘Cómplices’ que ofrece Mahou. Allí aprovechamos para hablar con uno de los grupos del panorama nacional que más está despuntando. Su último disco, Contra las cuerdas, sigue aún muy vivo, aunque no descartan trabajar en el siguiente proyecto. Mientras tanto, disfrutan de uno de los momentos más confortables de su trayectoria. Hablan de la industria, el papel de la música y su forma de vivir el negocio…
Habéis pasado de tocar en clubes pequeños a de repente La Riviera, el Circo Price… ¿cómo os sentís sobre ello?
Gerbass: Bien, vamos tachando sueños. Hemos tachado ya el sueño de La Riviera, el sueño del Price… y bueno, son salas más grandes, recintos en realidad más amplios y menos íntimos y reducidos, pero también hacemos el otro formato. Estamos haciendo un tres en acústico en salas como las que hacíamos durante nuestros cinco primeros años, si me apuras.
Y ahora que este crecimiento exponencial ya lo tenéis más o menos asimilado, ¿cuáles son las metas que tenéis en mente para Sidecars? Si las tenéis, claro.
Juancho: Seguir trabajando, realmente pensamos que ahora más que nunca es cuando no hay que parar de hacer cosas, de tocar, de sacar un disco cuanto antes. No queremos hablar de fechas todavía, aunque ya las estamos hablando entre nosotros, no queremos decirlas al mundo. Pero tenemos mucho repertorio y tenemos un disco en la cabeza ya.
Además de todo esto también habéis dado el salto a Argentina. ¿Qué coincidencias o diferencias con el público y la forma de tocar encontráis entre Argentina y España?
Juancho: En argentina hicimos un acústico el año pasado y este año que entra vamos a México a probar allí y a presentar el disco y tal. Es difícil de explicar, es más pasional todo, más intenso.
¿Más incondicional?
Juancho: No sabría decirte. Tengo la sensación de que cuando viene un grupo de fuera, cuando vienen los Strokes o The Kooks hay un fanatismo mayor porque vienen de fuera, y vienen de aquí al lado en realidad, pero vienen de fuera. Creo que allí pasa un poco parecido con los grupos españoles. La gente está muy agradecida porque vienes desde a tomar por culo y pensaban que no te iban a ver nunca, entonces quizá es menos gente de la que hay aquí, pero esa gente está extremadamente agradecida de verte y quieren exprimir el ratito de concierto a muerte: cantar contigo, bailar… Hacen hasta pogos en los conciertos. Es emocionante que te cagas.
La gira ‘Cómplices de Mahou’ está reuniendo a amigos y compañeros de profesión en varias ciudades, más o menos como lo que hicisteis vosotros en ‘Contra las cuerdas’. ¿Qué significan para vosotros estas amistades?
Gerbass: Es increíble. Somos amigos de los mayores, de los que molan. Poder salir con ellos, tomarte las mismas birras, pillarte las mismas borracheras y, sobre todo, compartir escenario y convertir canciones en algo mutuo es algo muy bonito, por lo que esto se hace agradecidamente, te dan un par de tercios y tocas con tus amigos.
Juancho: Aquí en España hay más paranoia que en otros sitios del mundo por juntarte y por las diferencias de estilo y todo eso. Entonces me gusta que con esto empecemos a tirar un poco las fronteras y decir “no pasa nada porque se junten estos con los otros”. Es el mismo oficio, somos colegas y no hay que tener paranoias.
Entonces, ¿creéis que esta unión de músicos y apoyo mutuo sirve para rebajar la falta de apoyo de los medios?
Gerbass: Es triste, porque quizá el apoyo debería ser a nivel estatal y al final nos juntamos por una marca de cerveza que llevamos bebiendo más que los biberones. Sería bonito que fuese a través del Estado y sus infraestructuras públicas pero, como no es así, se agradece que haya otras entidades que monten esto y que todo el mundo lo pueda disfrutar, porque no sólo lo disfrutamos nosotros, también es algo extraordinario para el público.
Juancho: Nosotros nos quedamos con un poso un poco de disgusto porque no sé cuántos grupos llenan de un disco para otro la Apolo, La Riviera y el Circo Price en seis meses, que para nosotros es una puta locura y todavía no lo entendemos, pero es increíble que ningún medio se haga eco de ello. Que a mí me da igual, llevamos diez años viviendo en un camino paralelo a los medios y vivimos tranquilos, pero me parece flipante que, ni siquiera La Riviera, viene un grupo de fuera a la Sala Sol y sale en las noticias. Nosotros preguntamos cuando hicimos el Price “¿no hay medios acreditados?” y nos dijeron “sí, bueno, hay por ahí un medio”. Al final los medios se interesan no precisamente por lo musical, sino por otras cosas.
Ruly: Y cuando se interesan, a veces es a toro pasado, cuando ya no es noticia. Pues no, tienes que ayudar a hacerlo posible cuando es noticia.
En este auge que estáis viviendo tras la publicación de ‘Contra las cuerdas’, en el que se estrenaron tres temas inéditos, ¿tenéis ya un proyecto para grabar nuevo disco?
Ruly: Sí, estamos en ello.
Gerbass: Ahora empieza lo difícil, la criba y redondear todo, pero el disco ya está en marcha.
Juancho: Es que tampoco queremos robarle protagonismo a ‘Contra las cuerdas’ porque está siendo un momento muy bonito que nos está regalando la vida y tampoco queremos tener prisa por acortar su vida y sacar disco corriendo. Tenemos esa lucha entre que nos apetece mucho enseñarle a la gente lo nuevo y dejar respirar un poco más a ‘Contra las cuerdas’, entonces seguiremos girando con este disco y mientras trabajaremos en el nuevo. No vamos a hacer parón, vamos a seguir trabajando mientras tanto.
Llevamos varios años viviendo en la era Spotify pero aún hay cierto debate sobre si las plataformas son buenas para la música o no. Por ejemplo, Neil Young, que retiró toda su discografía y hace poco la volvió a poner. ¿Vosotros qué pensáis?
Ruly: Y también hay discográficas enteras, sobre todo guiris, que de repente retiran todo rastro digital.
Gerbass: La cosa es que es difícil estimar qué consumo es mejor, si el que se hace hoy en día haciéndote una selección de los mejores temas de los discos o el que hacías antes quemando un disco 50 veces. Antes se aprovechaba más, pero también ahora hay tanta oferta que no puedes escuchar 500 discos 500 veces. Tienes que ir filtrando y Spotify es una plataforma increíble para eso, nosotros lo usamos, pero entendemos que también la industria o nuestros intereses quizá deberían meterse ahí para que todo esto funcione como antes. Igual que vendías discos y algo te llegaba, si se reproduce por ahí y la gente solo te escucha por ahí, algo debería venir. Algo deberíamos saber del señor Spotify
Juancho: el otro día Dani Martín, que estuvimos con él ensayando una movida, nos dijo que venía de México de presentar su nuevo disco con firmas y entrevistas, y en todas le preguntaban “¿por qué sacas el disco físico?”. Yo opino que voy a seguir haciendo discos físicos mientras haya una sola persona como nosotros, un romántico de la vida, que quiera tener su CD, porque a mí me gusta tener mi CD. Y yo compro música por iTunes y todo esto, y no hablo ahora por Sidecars, hablo como Juancho, pero no me parece justo que sabiendo el curro que hay detrás, de meses de escribir, preparar, montar, grabar… se quede en una cosa etérea que está en la red y que no puedo tocar. Me parece que esto tiene que salir y tienes que tener derecho a poder comprarte tu disco y cogerlo con la mano. Hay gente que dice “eres un viejo”. Pero mi movida es esta.
Gerbass: Luego te das cuenta de que no puedes pelear con ello. Hay mucha gente que consume así.
Ruly: Es evidente que también depende del nivel. A un nivel como el nuestro, una plataforma como Spotify es increíble, porque te pueden escuchar en sitios donde a lo mejor no llegarías por una tienda física y a nivel Estatal te viene muy bien para ir a los conciertos
Juancho: Las cosas buenas las sabemos todos, pero las malas…
Ruly: Digo que quizás le afecta más a gente como Neil Young, que dice “mis fans compran discos, no quiero meterlos en Spotify para que estén gratis. Voy a sacar mi disco y que la gente se lo compre” Lo que nos interesa es que la gente venga a los conciertos. Lo importante es que vendan discos también, pero quizá a menor nivel.
Juancho: Hay cosas más detrás. Ya no es que te guste más escucharlo de una forma u otra, es que un disco tiene su orden y no es sin querer, ni es casualidad ni han metido las canciones y ha salido así. Ha habido ocho tíos sentados con papelitos, como nosotros, poniendo una aquí y diciendo “esta termina… que tiene que empezar esta”. Hay un trabajo que para mí es como una película. Es como ver una película desordenada, que sí, que se puede, pero no. Es una cosa que es así entera, entonces lo del rollo físico para mí también tiene que ver con darle a un botón y que suene del tirón y no puedas quitar una y ponerla con la de este otro grupo que me gusta. Mola que se pueda hacer, pero que no nos quiten lo otro a los que nos gusta.
Por Juanjo Riesgo y Cristina García