Hace unos meses que el grupo Aspencat anunciaba su retirada indefinida de los escenarios con una gira que lleva por nombre ‘La història es nostra’ y, el pasado viernes, hicieron parada en Madrid con un sold out y un público completamente entregado.
La banda valenciana, que se ha convertido en una de las más representativas de su tierra, sacó hace dos años su último disco ‘Tot és ara’ donde cuentan con grandes colaboraciones de otros grupos como Green Valley, Esne Beltza o La gossa sorda y no han parado de girar por todo el territorio nacional, formando también parte de grandes festivales como el Viñarock.
El pistoletazo de salida de la noche lo dieron sus compañeros galegos ‘Dakidarria’, quienes también se encuentran dando las últimas pinceladas a su gira ‘Lume’ y a los que el público acompañó desde los primeros acordes. ‘El futuro nunca existió’, ‘Terra’, ‘En Compostela’ o ‘Memoria’ fueron algunos de los temas con los que el grupo fue encendiendo el ambiente de una sala ya abarrotada y, como si de los mares de su tierra de se tratara, abrieron la marea de gente en dos para finalizar con un gran ‘muro de la muerte’ donde el público se transformó en una gran masa sintiéndolo cada letra al unísono.
Sesenta minutos después el escenario cambió de aspecto y al son de ‘Música naix de la ràbia’ hacía acto de presencia Aspencat ante la unión y el calor de las personas que les hacían sentir en casa. ‘Antimatèria’ y ‘Sense por’ terminaron de calentar el ambiente y siguieron sonando canciones que, con el paso del tiempo, se han convertido en himnos de los que ponen el corazón de gallina y te dan la fortaleza de sentir que puedes comerte el mundo cualquier lunes por la mañana. También hubo hueco para nuevas incorporaciones en un set-list como ‘Xiqueta dolça’ que tanto había pedido el público.
No dejaron ni un imprescindible sin tocar y el público lo agradeció acompañándoles con su voz en todo momento y pidiendo más en cada pausa.
No sabemos cuánto durará esta despedida de los escenarios, pero mientras tanto seguiremos disfrutando de su herencia hasta el último segundo.
Gràcies Aspencat.