El papel de la mujer, sello distintivo del Festival de Málaga

En los últimos meses, el gremio cinematográfico español ha puesto el grito en el cielo por la mujer en cada oportunidad anunciada. Quizá porque según el último estudio anual, fechado en 2015, publicado por la asociación de cineastas CIMA solo un 20% de los papeles que se escriben son para mujeres. O porque, en España, solo el 7% de directores, el 15% de productores y el 10% de guionistas son del género femenino.La próxima edición del Festival de Málaga destaca, en tres de sus cinco homenajes, a mujeres por su amplia trayectoria o por su ilusionante devenir: a Fiorella Faltoyano, con la Biznaga Ciudad del Paraíso; a Sylvie Imbert, con el Premio Ricardo Franco, y a Claudia Llosa, con el Premio Eloy de la Iglesia.


La Biznaga Ciudad del Paraíso reconoce a Faltoyano por su amplia y destacada carrera profesional como una de las personas que hacen posible el cine español desde hace muchos años. La malagueña debutó profesionalmente en 1967 en el teatro Eslava de Madrid en la compañía de Nati Mistral. Su estreno en la gran pantalla fue en 1967 con ‘Club de Solteros’, a la que siguió Colorín Colorado. En 1976, protagonizó la primera película de José Luis Garci: ‘Asignatura pendiente’. Después de esta llegaron tres más del director, dos de Mario Camus (‘La colmena’ y ‘Después del sueño’) y otros largometrajes, además de series televisivas.

La Academia de Cine y el Festival de Málaga han reconocido a Sylvie Imbert con el galardón destinado a los técnicos de cine, el Premio Ricardo Franco, una estatuilla que se unirá a los dos Premios Goya a Mejor Maquillaje y Peluquería por ‘Blancanieves’ y ‘Nadie quiere la noche’ con los que cuenta la maquilladora. Desde que la francesa llegará a España, en los años ochenta, ha colaborado, entre otros directores, con Alejandro Amenábar, José Luis Cuerda, Álex de la Iglesia, Fernando Trueba, Paula Ortiz, Isabel Coixet y Pablo Berger, y ha participado en más de 50 películas, cortos, televisión y spots.


Por último, el Premio Eloy de la Iglesia, que rinde homenaje los creadores más singulares e inclasificables, destaca esta edición el personal y mágico universo cinematográfico de la cineasta peruana Claudia Llosa. Un cosmo donde plantean las preguntas fundamentales de la vida, como la maternidad, la enfermedad, el miedo o el perdón y que ya se ha dejado caer por el festival malagueño en dos ocasiones: con ‘Madeinusa’, su debut tras la cámara, que recibió la Biznaga de Plata a la mejor película de la sección Territorio Latinoamericano en 2006, y con ‘No llores, vuela’, cinta encargada de abrir la competición de la decimoséptima edición del Festival en 2014. En su palmarés también cuenta con un Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín y una candidatura al Óscar, la primera del cine peruano.

Además de estos reconocimientos, el Festival vuelve a poner un año más en marcha la sección ‘Afirmando los derechos de la mujer’, un programa que promueve el cine como medio para dar a conocer la realidad y la situación de las mujeres en el mundo. Este evento se organiza en varias jornadas de carácter reivindicativo, que pretende sensibilizar e informar, a través de los trabajos presentados, acerca de las situaciones de injusticias que todavía siguen sufriendo las mujeres por el mero hecho de serlo.

Entre las proyecciones que habrá, se podrá ver ‘Fifty Rupees Only’, un corto que rompe del amor en películas de Bollywood, que alimentan la imaginación de los jóvenes en India proyectando maravillosas y apasionadas historias de amor mientras la realidad de muchos de ellos es bien distinta: sus padres decidirán su destino con el sagai, una ceremonia, un contrato en el que comprometerán a sus hijos con su futuro cónyuge, a quien probablemente ni siquiera conocen y con quien se casarán una vez superada la mayoría de edad o incluso antes; o ‘Free’, la historia de Hadijatou Mani, una joven esclava que ha sido pionera en denunciar al gobierno de Níger por tolerar la esclavitud, a pesar de que fue abolida en el país.

A pesar de esta buena representación, de seguro reforzada por el papel de los presentadores de las galas, para el que ya se ha anunciado a la cantante Diana Navarro en su clausura, solo tres de los 23 largometrajes de la Sección Oficial están dirigidos por mujeres.


La dura crítica a la brecha salarial entre actores y actrices se sintió también en la última edición de los Goya. De todas la ediciones de estos galardones, solo un 19% de las candidatas a mejor película contaron con al menos una mujer en su equipo de dirección o guión, según cifras referidas a los datos del IMDb. Es decir, 97 de las 120 candidatas fueron exclusivamente cosa de hombres. Esta fue la queja que la actriz Cuca Escribano hizo suya desplegando un chal con el mensaje bordado «Más papeles femeninos». En la misma línea se mantuvo Ana Belén, que aprovechó el momento de recibir el Goya de Honor para preguntarse por qué no hay papeles para mujeres maduras y sí para hombres. “A veces pienso que si no se necesitasen mujeres para interpretar a esas mujeres ni siquiera estaríamos las que estamos”, sentenció. Por tanto, es de agradecer que un festival abra sus miras y premie la labor intachable que tantas y tantas mujeres hacen a diario delante y detrás de las cámaras.

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