La carrera para estar en la primera fila arrancaba en torno a las nueve y media de la noche. Para entonces, los teloneros invitados de #SanMiguelMusicExplorers hacían aparición en el escenario y calentaban los motores de un festival improvisado con Izal y Sidonie como cabezas de cartel. Mientras tanto, la cola para entrar al evento, organizado por Espectáculos Mundo, rodeaba todo el recinto.

Una hora más tarde, a las diez y media de la noche, Marc Ros saltaba al ruedo bajo los gritos de cientos de fans que se dieron cita en el Palacio de Ferias de Málaga. La banda hizo un repaso a sus temas más célebres y agradeció la acogida del público malagueño. Tan sólo un día antes, Sidonie había participado en los Premios 40 poniendo a bailar a todo el Palau Sant Jordi de Barcelona. La banda catalana vive uno de sus mejores momentos profesionales con ‘El peor grupo del mundo’, número uno en las listas de ventas. «Estamos muy agradecidos de todo lo que nos está pasando, es increíble». Cerveza en mano, Sidonie rememoró temas como ‘Fascinado’ y logró que todo el recinto le hiciese los coros en ‘Carreteras infinitas’, su último single con el que están rompiendo récords.

Tras un breve cambio de escenario, llegó la hora de Izal. Con su prólogo inicial (incluido en su último álbum, ‘Copacabana’), el público cantó a pulmón la canción que homónima al disco. A esta le siguieron otras como ‘Tambores de guerra’, ‘Los seres que me llenan’, y clásicos como ‘Pánico práctico’. La banda, encabezada por Mikel Izal, tocó durante cerca de dos horas con un directo agotador. «Hace seis años tocamos en un pequeño garito del centro de Málaga. Ahí es donde empezamos todos. Id a los garitos y podréis ver a los grupos que mañana llenarán estadios», sentenció el vocalista. El éxtasis de la noche llegó con ‘Qué bien’, ‘La mujer de verde’ y ‘El baile’, tres de los temás más aclamados de los madrileños. El de Málaga fue el último concierto del año de una gira que les ha llevado a recorrer toda España y parte del extranjero. Izal se ha hecho un hueco como uno de los grupos indies con mayor audiencia del panorama musical.

Una noche única, un pequeño festival improvisado y un ambiente cálido que dejó un buen sabor de boca a una noche que acabó pasada por agua. ¡Larga vida al indie y a la cerveza!

Por Pablo Collantes.