Después de finalizar con su anterior trabajo una etapa repleta de éxitos que le han llevado a posicionarse como uno de los grandes nombres propios de la música nacional, Rayden comienza a desvelar pistas de lo que será Antónimo; su 4º disco en solitario.
Hace pocos días el artista sorprendía a sus seguidores con un comunicado ambiguo en el que hablaba de desvincularse del panorama Rap. Ahora, con la salida de su primer single,‘No hago rap’, sabemos que todo formaba parte de un falso camino de migas creado para desmitificar el mundo de las etiquetas, los clichés y los prejuicios de los que muchas veces peca este género.
Esta primera carta de presentación muestra una clara evolución exponencial de su música gracias al trabajo como productor musical de Ale Acosta (Fuel Fandango), sin perder un ápice de su punto fuerte; la calidad y exigencia en cada letra.
«Primero nació el ser humano; más tarde obtuvo el don de la palabra y de este nació la necesidad de contraponerlo todo, de posicionar o de enfrentar posiciones diferentes antes que de buscar un equilibrio entre dos palabras opuestas.
Necesitamos identificar todo lo que perciben nuestros sentidos para poder almacenarlo en nuestra base de datos pero hasta esta acción muchas veces cae en el error de prejuzgar y discriminar por defecto.
Necesitamos sentirnos identificados dentro de una doctrina, un colectivo o un conjunto social que nos haga sentir que nuestra palabra sí que tiene validez en este mundo donde la empatía está atrofiada y este fenómeno lo compensamos con una susceptibilidad desmedida hacía todo lo de fuera que hace compensar la balanza.
En el mundo de la música no es diferente…
¿Cuántas veces no hemos escuchado una canción increíble por pertenecer a X estilo?
¿Cuántos grandes cantantes o buenos letristas hemos dejado pasar por colaborar con Fulanito de tal?
(…)
Solo me bastó con decir que no iba a volver a hacer este estilo de música para que todas las cabezas se girasen, incluso para que muchas de ellas comenzaran a prejuzgar y/o discriminar sin ni siquiera haber escuchado la canción. De eso trata No hago rap. Es una enumeración en tono irónico en el que muestro mi propia visión de lo que supone este canal de comunicación, de lo que aporta a la música y al mundo en general lejos de su etiqueta; de la importancia vital de esta música dentro del panorama y de la mistura de sonoridades del planeta.
No, no dejo la música, es más; tengo un discazo bajo el brazo.
No, no dejo de hacer rap; solo me valgo de él para hacer camino en forma de canciones.
3 de marzo.
Rayden»