Sam Outlaw convierte Madrid en la capital del country

El pasado miércoles 2 de noviembre Sam Outlaw dio un enérgico a la par que íntimo show en la madrileña Sala El Sol, en el que exhibió su irrefutable oficio en la música country. Manolo Fernández, locutor del programa ‘Toma Uno’ de Radio 3, ejerció como maestro de ceremonias de la velada, organizada dentro del ciclo Huercasa Nights, una extensión del Festival Huercasa que se celebra cada verano en Riaza (Segovia).

‘SoCal country’, así define el propio Outlaw su estilo musical. Se trata de una combinación del country más clásico y ese espíritu jovial propio del sur de California, un cruce de caminos entre el sonido Bakersfield de los 60’s que ayudó a crear el recientemente fallecido Merle Haggard y el honky tonk de los 70’s. Y con esta carta de presentación el músico californiano venía a nuestro país con su álbum debut ‘Angeleno’ bajo el brazo.

Pasadas las diez y media de la noche, Molly Parden se plantaba en el escenario con su guitarra para hacer entrar al público en materia. Procedente de Nashville, Tennessee, Molly se ha embarcado en esta gira europea acompañando a Sam Outlaw junto al guitarrista Reverend Baron. Tras presentar su EP ‘With me in the summer’, Manolo Fernández salía a escena para presentar al protagonista de la noche.

Pese a que la música country nace esencialmente de un corazón roto, las canciones de Sam Outlaw se construyen sobre melodías alegres que inspiran buenas vibraciones. Outlaw es un tipo que sabe ver la vida a través del prisma del optimismo; “always look on the bright side of life”, que cantaban los Monty Python.

El show dio comienzo con “Who do you think you are?”, que, con un sonido ranchero, demostraba esa actitud tan positiva ante la vida que caracteriza a Outlaw gracias a una melodía que evoca el soleado cielo californiano. “This is a song about Jesus… and getting drunk”: así introducía Sam la canción “Jesus take the wheel (and drive me to a bar)”, un himno del sábado noche para cualquier cowboy que se precie, se vale del humor para quitar un poco de hierro a la naturaleza poética que otorga un desamor, una guitarra y un papel donde volcar los sentimientos.

Pero no todo iba a ser alegría. Como hemos dicho, el country viene de la tristeza y, aunque muchas de las melodías viajan en la dirección opuesta, algunas hacen honor a su origen. Una de ellas es “Ghost Town”, que Sam Outlaw dedicaba a su madre y a la ciudad que le vio crecer. Sin embargo, tras esta emotiva canción, el californiano confiesa que también tiene canciones felices, lírica e instrumentalmente. Así nos lo hizo ver cuando arrancó con “Drying Song”.

Los asistentes al concierto nos sorprendimos gratamente cuando Sam Outlaw junto a sus acompañantes Molly Parden y Reverend Baron nos brindaron una magnífica versión de “Juanita”, tema conocido por las interpretaciones de Emmylou Harris y Gram Parsons. Outlaw compuso la canción “Country Love Song” dándole un significado que sólo podía entenderse viviendo una relación a distancia, que es básicamente lo que vive el joven cantautor cuando está de gira.

Cuando Sam y compañía ya habían conseguido que nos creyésemos que estábamos en las vastas llanuras americanas, con sus canciones como banda sonora, se acercaba el final del show. Tras interpretar “Keep it interesting”, los músicos se retiraron del escenario para acabar definitivamente el bolo tocando “Cry for me” y “One night at a time” entre el público, una bonita e íntima de finalizar un concierto redondo.

Confiemos en el amor que tiene Sam Outlaw por España y que le queden muchos conciertos por dar en nuestras fronteras, pues es un auténtico privilegio poder disfrutar de su música.

 

 

 

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